Trastornos del espectro autista

Los trastornos del espectro autista (ASD) se definen como un grupo de trastornos complejos del neurodesarrollo que duran toda la vida y se caracterizan por grados diversos de déficits relevantes en dos áreas:

  • Trastorno de la comunicación e interacción sociales
  • Comportamientos repetitivos o restrictivos

Algunos ejemplos de déficits en la comunicación e interacción sociales incluyen dificultad para:

  • Responder o iniciar interacciones sociales
  • Establecer o mantener relaciones
  • Participar en actividades sociales apropiadas para su edad

Algunos ejemplos de comportamientos repetitivos y restrictivos incluyen:

  • Habla repetitiva
  • Insistencia en la uniformidad
  • Apego inflexible a las rutinas
  • Tener intereses altamente restringidos y fijos para los que muestra una intensidad o concentración atípicas

Esta definición se basa en la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) publicado en mayo de 2013. Esta definición también incluye los cuatro trastornos generalizados del desarrollo que aparecen en la cuarta edición del DSM.

En 2021, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron una estimación actualizada de niños con un trastorno del espectro autista. Aproximadamente 1 de cada 44 niños padece ASD, según las estimaciones de un estudio realizado en el 2018 por la Red de Vigilancia del Autismo y las Discapacidades del Desarrollo de los CDC en el que se monitoreó a menores en once centros a lo largo de Estados Unidos.

A pesar de que los investigadores siguen estudiando los mecanismos responsables del ASD, su causa aún se desconoce. Las investigaciones recientes han descubierto que mutaciones en los genes causan las diferencias estructurales, funcionales y neuroquímicas en el cerebro que podrían estar relacionadas con los síntomas del ASD.

Señales y síntomas de autismo

Las señales y síntomas de autismo tienden a manifestarse en niños antes de que cumplan los 3 años. El ASD no desaparece con los años, pero los estudios demuestran que el diagnóstico y la intervención tempranos en niños llevan a notables mejoras en los resultados. Algunas señales de que un niño posiblemente padezca un trastorno del espectro autista son:

  • A los 12 meses de edad no responde a su nombre
  • A los 14 meses no señala objetos para mostrar su interés en ellos
  • A los 18 meses no juega juegos de simulación (hacer como si alimentara a una muñeca)
  • Evita mirar a las personas a los ojos y prefiere estar solo
  • Tiene dificultad para entender los sentimientos de los demás o para hablar de sus propios sentimientos
  • Tiene retraso en el habla o en las habilidades del lenguaje
  • Repite palabras o frases una y otra vez
  • Da respuestas que no tienen relación a lo que se le pregunta
  • Se molesta por cambios pequeños
  • Tiene intereses obsesivos
  • Agita las manos, mece el cuerpo o da vueltas en círculos
  • Reacciona de manera inusual al sonido, olor, sabor, aspecto o tacto de las cosas